TST Nº 37

18/11/2025

Pilar Soruco

Socia PPO Indacochea

Liderazgo y empoderamiento en el Derecho

En el mundo del Derecho, pocas historias reflejan tan bien la evolución y el empoderamiento femenino como la de Pilar Soruco Etcheverry. Con 73 años, esta abogada paceña ha sido testigo y protagonista del cambio en un campo que, durante mucho tiempo, estuvo marcado por la exclusividad masculina. Desde que se graduó en 1977 en la Universidad Mayor de San Andrés, Pilar no solo ha dejado su huella como profesional, sino que también ha sido una de las principales impulsoras del acceso de las mujeres a sectores tan complejos como la Propiedad Intelectual, un área tradicionalmente dominada por hombres.

A lo largo de más de cuatro décadas, Pilar dirigió ORPAN Sociedad Civil, un bufete que se destacó por su excelencia en Propiedad Intelectual a nivel nacional e internacional. Hoy, continúa su carrera como socia de PPO Indacochea, una de las firmas legales más importantes del país. Pero más allá de su éxito profesional, Pilar ha sido una defensora constante de la enseñanza y la mentoría, entendiendo que el verdadero poder se multiplica cuando se comparte el conocimiento. A través de su labor docente en la Universidad Católica Boliviana y en la UPSA de Santa Cruz, ha formado a cientos de jóvenes abogados y abogadas, muchas de las cuales hoy lideran equipos y ocupan cargos clave en el ámbito legal.

Para Pilar, la docencia no fue solo una forma de transmitir conceptos técnicos, sino una oportunidad de inspirar a otras mujeres a desafiar las barreras de género y abrirse camino en el Derecho. “La enseñanza tiene un efecto multiplicador: cuando una mujer logra abrirse camino, otras encuentran la motivación para seguirlo”, reflexiona. Este impacto ha sido particularmente significativo en una disciplina como la Propiedad Intelectual, donde la presencia femenina era (y en muchos casos sigue siendo) minoritaria.

Aunque Pilar celebra los avances que han permitido que más mujeres ocupen espacios de liderazgo en el ámbito jurídico, también es consciente de que aún persisten desafíos estructurales y culturales. Si bien la visibilidad y la inclusión han mejorado, ella subraya que el verdadero progreso llegará cuando la competencia y el mérito sean los únicos factores que definan el ascenso profesional, sin importar el género.

El mensaje de Pilar para las nuevas generaciones de mujeres es directo: “cree en ti misma, persigue tus metas con determinación, y no dejes que los obstáculos te detengan. La constancia, la ética y la pasión son las bases sobre las cuales se construye una trayectoria sólida y respetada”, dice con firmeza.

La historia de Pilar Soruco Etcheverry es la de muchas mujeres que, con trabajo arduo y dedicación, han logrado transformar su entorno. Su ejemplo nos recuerda que el empoderamiento femenino no es solo un derecho, sino un proceso constante que se fortalece en cada paso, en cada lucha. Y lo hace de manera silenciosa pero efectiva: con mujeres como Pilar, que abren puertas para que otras puedan cruzarlas.

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