TST Nº 37

18/11/2025

Johanna Teague

Embajadora de Suecia en Bolivia

“Me defino por creer en el poder del amor, nuestra humanidad compartida y en la responsabilidad que todos tenemos para influir en el mundo en una dirección positiva”

Uno de los iconos más importantes de empoderamiento femenino en Bolivia, es sin duda, la embajadora de Suecia en Bolivia, quien desde su llegada a nuestro país hace un año, ha marcado un camino importante para empoderar mujeres a través de sus programas.

Johanna es Bachiller Internacional del Atlantic College de United World Colleges y Magíster en Ciencias Políticas por la Universidad de Lund, una profesional con amplia trayectoria en la cooperación internacional y el servicio exterior, destacando su rol como Embajadora de Suecia en Ruanda (2020-2024) y varios cargos enfocados en la gerencia de la cooperación al desarrollo en el Ministerio de Asuntos Exteriores, así como asesora a la ministra de cooperación al desarrollo.

A sus 52 años tiene claridad acerca de su propósito en la vida y nos cuenta más acerca de ella: “Tres hitos han marcaron mi vida: poder hacer un bachillerato en una escuela mundial – United World Colleges - donde aprendí sobre que nuestra fortaleza reside en que somos diferentes y nos complementemos, que juntos somos fuertes. Ser Embajadora en Ruanda, mi primera misión en el cargo, donde pude reconocer el impacto que se pueda lograr a través de un liderazgo claro basado en valores. Pude construir una fuerte hermandad que me llevó a ver claramente que las mujeres tienen que apoyarse las unas a las otras y por otro lado, me marcó la muerte de mi primer hijo; el amor incondicional que recibí de mi pareja y la Suecia institucional que nos recibió con todo, empatía y calidez que fue más allá de un simple servicio médico. Aprendí a estar bien en todas las situaciones que me toquen atravesar - amor fati - como dirían los estoicos. Tengo un vínculo especial con Bolivia. Aquí viví ocho años, consolidé mi vida privada y profesional, tengo dos hermosas hijas sueco-bolivianas y me siento privilegiada de haber podido volver en un momento tan importante para la construcción de país”.

Con relación a sus logros nos dice: “Siendo sincera, creo que mis logros más importantes son los pasos pequeños que se dan día a día. Asumir el compromiso de ayudar a las mujeres a mi alrededor para impulsarlas a creer en sí mismas y alcanzar su mejor versión. Para mí, el auto-liderazgo es clave. Conocerse y ser fiel a una misma. Me inspiro mucho en las ideas de Brené Brown sobre liderar con autenticidad y vulnerabilidad, creando espacios para discusiones sinceras y directas. Ser embajadora me da la oportunidad para escuchar e influir en distintos ámbitos, considero importante mostrar en mi propia experiencia que las mujeres sí lo podemos lograr, construyendo en este camino redes de apoyo e impulso para crecer juntas. Yo tuve personas que creyeron en mí, siendo joven y sin experiencia, me dieron lugar a cometer errores, aprender y crecer. Ahora puedo ser esa persona para la generación que viene”.

Liderar es servir, es un camino de aprendizaje continuo.

“Como líder de la Embajada de Suecia en Bolivia, puedo decir con orgullo que el equipo ha trabajado muchos años en el ámbito del empoderamiento de las mujeres impulsando la igualdad de género, la reducción de la violencia de género y la promoción del acceso a la salud sexual y reproductiva. Otra iniciativa es la Plataforma Ambiental, junto a la Unión Europea estamos apoyando a fortalecer el liderazgo y la voz de las mujeres en temas de medioambiente, conservación y fortalecimiento económico”.

En relación al momento por el que atraviesa Bolivia nos dice: “En Bolivia he visto avances significativos, comparando los años que viví aquí antes y el contexto actúa, he conocido mujeres líderes en diferentes ámbitos que me inspiran de sobremanera. Sin embargo, persisten realidades complejas como el feminicidio y la violencia en todas sus formas, siendo la violencia digital una de ellas. Es preciso seguir trabajando por la realización plena de los derechos de las niñas y mujeres. Estoy muy esperanzada por el trabajo que aún queda por hacer en este sentido. Además, es la responsabilidad de cada uno de nosotros”.

“A las mujeres en el camino del empoderamiento les diría: conócete – tus valores, fortalezas y de donde sacas tu motivación – y sé fiel a ti misma. Trabaja con intención, e identifica tus aliadas, tu red de apoyo. Actúa a pesar de las inseguridades porque tu valor radica en ser única. Acepta los errores como parte del aprendizaje y confía en tu capacidad y el camino a recorrer. Recuerda que al estar interconectadas hacer el bien a otras es hacerlo a ti misma. Vive el presente con conciencia, porque allí está tu verdadero poder”, finaliza optimista.

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