TST Nº 32
15/7/2025
Directora de la Fundación Gastón Ugalde Neo Galería y Huella Escuela de Arte
“La Paz ha sido clave para entender que Bolivia no es una sola, sino muchas, y que esa diversidad no debe ser negada, sino celebrada”
A sus 34 años Canela Ugalde esta en franco camino a su consolidación como una referente de la gestión cultural paceña; “Soy gestora cultural y emprendedora. Desde niña estuve rodeada por el arte gracias a mi familia, pero fue recién durante los últimos 5 años que decidí enfocarme plenamente en la gestión cultural y fundar Huella Escuela de Arte, un espacio que nació con la idea de que el arte debe ser parte de la vida cotidiana. Desde entonces, Huella se ha convertido en una comunidad activa y diversa que reúne a cientos de personas cada mes para aprender, crear y compartir. También dirijo Neo Galería, un espacio dedicado al arte contemporáneo boliviano y latinoamericano, que busca conectar a artistas con públicos nuevos, dar espacio a artistas emergentes y ser la vitrina para el arte contemporáneo en La Paz. Uno de los grandes desafíos ha sido sostener ambos proyectos en un contexto inestable, pero creo profundamente en el poder del arte como herramienta de transformación social y económica”.
Canela considera que uno de los logros más grandes de nuestra ciudad ha sido el fortalecimiento de una identidad cultural con raíz, pero también con mirada contemporánea. “En medio de tantas crisis, La Paz ha demostrado una capacidad impresionante de resistencia creativa. Han florecido proyectos independientes, colectivos, ferias, festivales y redes de apoyo que nacen desde el privado. Lo desafiante sigue siendo el acceso a recursos, la burocracia y la falta de políticas públicas que sostengan a largo plazo estas iniciativas que muchas veces operan con puro corazón. La Paz es compleja, caótica y profundamente simbólica. Es una ciudad que obliga a convivir con la contradicción. Ha sido clave para entender que Bolivia no es una sola, sino muchas, y que esa diversidad no debe ser negada, sino celebrada. La Paz ha sido una ciudad que incomoda, que provoca, resistente y única. Es una ciudad que se enorgullece tanto de su identidad, que destaca su amor y dedicación en áreas como la gastronomía, arte y diseño que nos distinguen y ganan reconocimiento a nivel internacional”, nos dice convencida y envía un mensaje a puertas de la celebración más importante de la ciudad: “La Paz tiene todo para ser una ciudad vibrante, creativa y sostenible. Pero no basta con celebrar su historia: necesitamos apostar activamente por su futuro. Invertir en cultura, en educación, en espacios públicos vivos. Cuidar sus talentos, su patrimonio y su cultura. Hay mucho por hacer, y es justamente eso lo que la hace tan fascinante: que todavía podemos construirla. Este bicentenario es una oportunidad para replantearnos como queremos que sea este país de aquí para adelante”.