Que se sepa: Bolivia es una gran nación
Desde esa premisa, Martín Vargas presentó su visión para el Bicentenario con una propuesta clara y provocadora: reconstruir el orgullo nacional a través de una campaña que funcione como una marca país contemporánea —creativa, viva y conectada con la realidad.
En su intervención, habló sobre una verdad incómoda: el orgullo boliviano está en peligro de extinción. Y frente a eso, planteó la necesidad de recuperar la narrativa de lo que somos, contada por nosotros mismos y desde nuestras propias fortalezas.
A través de un discurso emotivo, presentó una campaña a la que define como una cruzada nacional, que une artistas, creadores, fotógrafos, filmmakers y personas que inspiran desde cada rincón del país. Porque —afirmó— cree con convicción en el poder transformador del turismo, la cultura, la gastronomía y el medio ambiente.
Esta no es solo una campaña, sino un ecosistema de soluciones que busca activar el orgullo y posicionar a Bolivia desde lo que verdaderamente la hace única. Entre las acciones previstas se encuentran:
- El lanzamiento de una Plataforma Turística Nacional
- Una aceleradora gastronómica con enfoque local e impacto global
- La creación de miniseries, documentales y piezas cinematográficas
- Campañas de interacción digital con contenido colaborativo
- Otras iniciativas orientadas a visibilizar lo mejor del país a través de experiencias, narrativas y participación ciudadana.
La meta es clara: que se sepa —dentro y fuera del país— que Bolivia tiene con qué sentirse orgullosa.
Y que ese orgullo, esta vez, no pase desapercibido.
“El Mar qué tenemos que recuperar es el verde”