“¡Felicidades, La Paz, en tu mes y en este histórico Bicentenario de Bolivia!”
Una de las ejecutivas más queridas a nivel nacional, hoy engalana nuestra portada en una edición dedicada a reconocer a las personalidades paceñas que marcan la agenda y que representan la pujanza y resiliencia de los paceños en su mes aniversarioMaría Reneé es mamá de Diana y Joaquín, y una profesional apasionada por el propósito que guía su vida personal y laboral. Bioquímica Farmacéutica de profesión, con maestría en Farmacia Clínica y Gestión Farmacéutica está a la cabeza de una de las industrias farmacéuticas más importantes del país. Es también directora secretaria del Pacto Global en Bolivia, impulsando la agenda de sostenibilidad de las Naciones Unidas, Segunda vicepresidenta del Directorio de la Cámara Departamental de Industrias de La Paz, parte del directorio de la CAINCO en la ciudad de Santa Cruz y miembro honorífica de la Federación de Empresarios Privados de La Paz, así como miembro del directorio de la Fundación Arco Iris, siendo reconocida como una de las tres mujeres más influyentes de Bolivia y figura entre los 15 líderes del país, de acuerdo con el prestigioso ranking empresarial MERCO. Su liderazgo y propósito se enfoca en la innovación, sostenibilidad y equidad de género. Vive y trabaja guiada por los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), a los que se entrega con convicción y acción.
“La Paz, como sede de gobierno y corazón político del país, ha sabido sostener su rol protagónico en la toma de decisiones nacionales, promoviendo el diálogo democrático y el fortalecimiento institucional. Entre sus principales logros se destacan el avance en movilidad urbana con el innovador sistema de transporte por cable, la consolidación de su liderazgo en salud y educación superior, y su capacidad de mantener viva la riqueza cultural a través de su vibrante vida artística, académica y ciudadana. La ciudad ha sido también pionera en iniciativas de innovación social y académica, fortaleciendo universidades que forman a líderes para todo el país. No obstante, los desafíos continúan: desde la necesidad de planificación urbana más sostenible, pasando por el acceso equitativo a servicios básicos, hasta la generación de empleo digno para las nuevas generaciones. La Paz está llamada a liderar con visión estratégica rumbo al bicentenario, honrando su historia y construyendo un porvenir inclusivo y resiliente” nos dice convencida y agrega: “La Paz ha sido, y sigue siendo, un pilar en la construcción de la identidad nacional. Desde sus calles históricas hasta sus universidades pioneras, esta ciudad ha cultivado pensamiento crítico, liderazgo cívico y expresión cultural que han moldeado profundamente el espíritu boliviano. Como sede de gobierno, ha sido el escenario de los momentos más decisivos de nuestra historia republicana. Y como cuna de la educación superior —con universidades como la UMSA, UCB, son alma máter de miles de profesionales bolivianos— ha contribuido a la formación de conciencia social y desarrollo intelectual. La Paz representa la voz de la diversidad, de la resistencia y de la esperanza que nos define como nación”.
“En este año del Bicentenario de Bolivia, rendimos tributo a La Paz como protagonista histórica en el camino hacia nuestra independencia. Hace 216 años, el grito libertario de don Pedro Domingo Murillo encendió la llama de la libertad que no solo iluminó a La Paz, sino que inspiró a todo un continente. Hoy, La Paz celebra su legado como cuna de las ideas revolucionarias que forjaron nuestra República, como sede de gobierno que sostiene el diálogo democrático, y como pionera en educación superior que forma generaciones de líderes comprometidos con el país. En estas fiestas julianas, honramos a esta ciudad valiente, sabia y visionaria. Que su historia siga siendo faro para construir una Bolivia más justa, libre y unida en su diversidad”.